
The Cove se suma a la larga fila de documetales exponentes de una injusticia. En este caso se trata de la matanza anual de delfines en el Parque Nacional Taiji en Wakayama, Japón. Cada año los pescadores de la zona, autorizados por el ministerio de agricultura, bosques y pesca de Japón, cazan aproximadamente 23,000 delfines. El propósito principal es vender los delfines a los distintos parques acuáticos alrededor del mundo, los que no son vendidos son usados como alimentos para el país. En el parque Taiji, los pescadores llevan a los delfines capturados a una caleta fuera de la vista de los visitantes y de la prensa, donde los delfines son literalmente masacrados.
El documental surge por la necesidad de Rick O'Barry, antiguo entrenador de Flipper, por salvar a estos animales de un trato inhumano del que él mismo fue parte. Después de dejar la serie de Flipper ha tratado de redimirse ayudando a liberar delfines en diversas partes del mundo; y el parque Taiji es un reto personal necesario para su causa.
Por lo general un documental es una obra personal que trata de dar un punto de vista parcial sobre su tema. Al menos así son desde que Michael Moore impuso esa moda. Aquí es donde The Cove falla. La película trata a los japoneses como los malvados comedores de delfines, muestra a los pescadores en toda su maligna gloria, al gobierno japonés como unos necios y al pueblo como ignorante. Defender a los delfines es bueno, pero es el punto de vista parcial lo que arruina el documental. Rick O'Barry junta a un grupo trasnacional para mostrar la matanza, es interesante que este grupo no tiene ni un asiático, como queriendo demostrar que todos los asiáticos apoyan lo que sucede en el parque Taiji. Los norteamericanos quieren quedar como héroes al tratar de salvar unos delfines cuando ellos son los responsables de tantos males en el mundo incluyendo verdaderas matanzas humanas y no sólo animales. También critican la dieta japonesa al ingerir pescado y delfines que contienen altos niveles de mercurio cuando el mayor responsable de la contaminación marina son los E.U.; al igual que la venta de delfines vivos a los acuarios, los E.U. tienen el mayor número en el planeta.
The Cove no es del todo mala, su propósito es loable pero finalmente se siente como una pieza más de la campaña de desprestigio de E.U. contra Asia. ¡Esperen a verla en T.V.!