martes, 15 de febrero de 2011

El cisne negro (Black Swan) - Reseña - Películas


"El cisne negro" es a primera vista una película sobre ballet. Más de uno habrá declinado entrar a la sala a verla por este hecho. El ballet no es para todos, como nos dice un personaje de la cinta, pero esta película sí lo es, especialmente para aquellos que gustan del buen cine. Y la mayoría sale satisfecho porque "El cisne negro" es más que una historia de danza, es un relato sobre la parte oscura latente en cada uno de nosotros, sobre el doble que mantenemos encerrado en lo más profundo de nuestro ser. ¿Acaso no tenemos esa parte que quisieramos sacer de vez en cuando? Aquí tenemos una oportunidad para ver cuales sería sus posibles consecuencias.
Darren Aronofsky no es ajeno a películas intensamente psicológicas, el director ya nos ha entregado "Requiem por un sueño" y "El luchador" entre otras, películas que retratan al ser humano en sus puntos más bajos. Ahora decide explorar la dualidad y el despertar al mundo real, aquel que no admite tintes rosas y cuartos llenos de peluches con forma de osos y unicornios.
El mundo del ballet es duro, sólo admite jóvenes hermosas y flexibles. El tiempo de Beth MacIntyre (Winona Ryder) ha llegado a su fin. Es hora de encontrar una nueva bailarina que pueda sustituirla en la nueva producción del Lago de los cisnes del ballet de Nueva York. El director Thomas Leroy (Vincent Cassel) se ha fijado en Nina Sayers (Natalie Portman), una joven y talentosa bailarina, el problema es que Nina es demasiado inocente y perfecta. Thomas le hace ver que ella sería perfecta para el papel protagónico del cisne blanco pero no podría realizar el papel del cisne negro, requisito indispensable en la obra. Sin embargo Nina obtiene el puesto y será tarea del director sacar el cisne negro en ella. Todo parecería cuestión de práctica pero pronto conocemos la vida personal de Nina, marcada por su madre dominante(Barbara Hershey) quien toda su vida la ha encerrado en una burbuja librándola de los problemas de la vida. Nina tiene que romper esa barrera, debe tener experiencias en el mundo real para desempeñar el papel del cisne negro, debe juntarse con amistades de mala reputación como su compañera Lily (Mila Kunis) y sacar su lado oscuro con inquietantes consecuencias.
La principal intención de Darren Aronofsky fue crear un thriller situado en una compañía de danza. El espectador siente de inmediato una empatía con Nina, la cual se va diluyendo a lo largo del filme. Casi desde el principio nos damos cuenta que algo anda mal y que el "cisne negro" debería haber permanecido oculto. Poco a poco se comienza a destruir la zona de seguridad de Nina, comienza a vivir aunque ello conlleve destruir su visión de la realidad y su cordura. Nosotros somos algo cómplices, queremos verla descender en lo irreal para ver finalmente su temible transformación.
La película tiene pocos personajes, aunque eso no importa cuando se tiene un excelente elenco. Sin lugar a dudas, Natalie Portman se lleva los elogios (y varios premios internacionales, tal vez un Oscar). Aronofsky logra sacarle una actuación de primer nivel mostrando que no sólo es una actriz bella que sabe sonreir dulcemente con su risa de niña. Natalie Portman se consolida como la mejor actriz de su generación. Sólo basta apreciar la escena del baño donde le avisa a su madre de su selección como el cisne. El resto de los actores son también excelentes. Tal vez la interpretación más débil es por parte de Mila Kunis, aunque lo más bajo de este filme es lo mejor de la mayoría.
La cinematografía corrió a cargo de Matthew Libatique y juega un papel importante en varias escenas. Es destacable las partes de baile en la que su cámara es un integrante más de la compañía llevándonos entre los bailarines con movimientos violentos que nada tienen que ver con lo "rosa" asociado al ballet. La escena en el club es también importante y recrea a la perfección el bailar en un estado alto de intoxicación alucinógena.
"El cisne negro" nos demuestra que el cine independiente sigue siendo lo mejor que ofrece E.U. Directores comprometidos como Aronofsky renuevan el interés en el cine norteamericano al negarse a comprometer su visión. Se necesitan directores como él para enseñarnos que no todo es color de rosa y feliz, la vida real tiene su espacio, muy respetado, en el cine y que las películas aún pueden ser una obra de arte. ¡Véanla inmediatamente!

viernes, 28 de enero de 2011

La vida en un día (Life in a Day) - Reseña - Películas


No cabe duda que los tiempos están cambiando. La tecnología se redefine al igual que nuestra forma de pensar. Gracias a los adelantos en los medios de comunicación, por primera vez en la historia, podemos decir que el mundo se ha unido en uno solo y las distancias han desaparecido. Por lo tanto es natural que nos preguntemos cómo es la vida en los confines más remotos de nuestro querido planeta, en pueblos y ciudades que hasta ahora sabemos de su existencia. Esta misma inquietud surgió en el aclamado director Ridley Scott, quien en compañía del famoso sitio web Youtube y del director Kevin MacDonald decidieron crear un mega projecto que reflejara la experiencia humana, el fino arte de vivir.
"La vida en un día" es un documental que nace de un proyecto abierto para los usuarios de Youtube. Se les dio la oportunidad de que mandaran videos grabando sus vidas el día 24 de julio del 2010. La respuesta a la convocatoria fue increíble, se recibieron aproximadamente 80,000 videos de 140 países. Ridley Scott y su equipo se encargaron de editarlos hasta crear una película de 94 minutos de duración que mostrara la vida de las personas comunes y corrientes alrededor del mundo. El resultado es un inédito acontecimiento fílmico de proporciones épicas.
El documental comienza en la mañana, retratando como el despertarse al nuevo día y bostezar son actividades que compartirmos por el hecho de ser humanos sin importar la raza. De ahí somos testigos de distintas vidas, a veces aparentemente diferentes pero en las que los mismos elementos aparecen en todas las culturas: amor, tristeza, familia, felicidad, inocencia, injusticia, etc. "La vida en un día" contiene segmentos inolvidables y conmovedores como un hombre que acaba de tener una cirugía del corazón, una madre que explica a su hijo que no debe tener miedo de sus operaciones, un niño en lo que aparentemente es su primera clase de surf, un joven que ha viajado por todo el mundo, unas mujeres al parecer africanas entonando una canción en uno de los segmentos más conmovedores de la película, una anciana pareja renovando sus votos de matrimonio, un padre de familia en pobreza extrema poniendo su confianza en Dios, y muchos más. No sólo las historias que se presentan hacen de éste un gran filme, también hay tomas hermosas que ninguna película de estudio ha logrado como un atardecer en las montañas o burbujas rebotando sobre el agua. Al final terminamos con una sensación agridulce pero así es el mundo, no hay finales felices, sólo un final. Somos conmovidos hasta la punta de los dedos a menos que no seas un ser humano y por eso no le hayas entendido.
El esfuerzo de Ridley Scott es tan grandioso como el resultado. Es la primera vez que se trata de hacer algo así. Retratar a la humanidad en todas sus fases no es fácil pero Scott cumple con lo prometido. Y el documental adquiere una dimensión indescriptible si tenemos en cuenta que todo lo acontecido sucede en un mismo día. Puede que hayan faltado algunos temas esenciales como la guerra o la muerte (o la presencia de México) pero aún así la película crea un todo poético imprescindible para cualquier persona del género humano. Creo es la primera vez que la tecnología se usa de manera inteligente y humana, para destruir la brecha que creemos existe entre nosotros. La película fue estrenada en el festival Sundance y vía Youtube para cualquiera que quisiera verla. Es recomendable que entren a la página para checar las repeticiones.
El mundo avanza, la humanidad también y buscamos respuestas. ¿Quiénes somos? ¿Para qué estamos aqui? Ridley Scott y los usuarios de Youtube responde a la pregunta ¿cómo es la vida? La vida es hermosa y terrible, feliz y triste, justa e injusta... es grandiosa. ¡Véanla inmediatamente!

lunes, 24 de enero de 2011

Micmas: Un plan de locos (Micmas a tire-larigot) - Reseñas - Películas


¿Qué hacer cuando la vida te ha tratado mal? ¿Cuando tu padre ha muerto a consecuencia de una bomba terrestre en algún campo olvidado de medio oriente? ¿Cuando te han abandonado en un internado religioso? ¿Cuando finalmente recibes una bala perdida en la cabeza? La primera impresión sería venganza pero ésta puede ir más allá persiguiendo fines más nobles. En "Micmacs: Un plan de locos", el director francés Jean-Pierre Jeunet nos muestra un ajuste de cuentas que no tiene nada que ver con violentas películas de balas y explosiones (a pesar que las hay).
Bazil (Dany Boon) ha sufrido todas las desventuras que la vida puede ofrecer. Después de recibir una bala perdida en la cabeza y haber sobrevivido gracias a una operación de emergencia decidida con un "volado", se encuentra viviendo en las calles. Es un personaje triste, perdido y solitario. Un día se encuentra con Reo, otro aparente vagabundo El lo invita a conocer a sus amigos en el basurero de París y aquí es cuando la película cambia y se pone realmente interesante. La banda realmente no son vagabundos sino personas extravagantes y raras que por alguna decisión han decidido abandonar la sociedad. Reo y Mamá Guisandera fungen como los padres de la familia, otros miembros son Remington, con la característica de escribir todo lo que sucede; Henri, la bala de cañón humana; la chica elástica, capaz de contorsionarse de las más bizarras maneras; el anciano constructor de juguetes; y Calculadora, una chica capaz de medir cualquier cosa y sacar las cuentas más increíbles. Bazil encuentra a la familia que nunca tuvo sin embargo encuentra otra cosa más: las dos empresas manufacuradoras de armas que acabaron con su anterior vida. Bazil, con ayuda de la pandilla del basurero, deciden acabar con estas empresas usando cientos de tretas y situaciones graciosas.
El fin primordial de la película es mostrar, a través del humor muy bien logrado, el terrible negocio del tráfico de armas. De Fenouillet y Marconi son los mezquinos dueños de las armerías a los que sólo les importa el dinero sin pensar en el mal que hacen al mundo. Jeunet acierta en no volver a sus protagonistas tan malvados como los villanos; Bazil y compañía buscan una venganza, no física sino moral, una reparación de daño al mundo entero.
Durante la hora y cuarenta minutos del filme, nos encontramos inmersos en el extraño mundo de Jeunet. Cualquiera que haya seguido su carrera (Delicatessen, La ciudad de los niños perdidos, Amelie) sabe qué esperar. Jeunet es capaz de encontrar lo más raro del día a día, como el simple hecho de comer camarones, y crear un humor sutil que nada tiene que ver con películas de Adam Sandler o Ben Stiller. La cinematografía, a cargo de Tetsuo Nagata, es hermosa. Cada cuadro es una fotografía que raya en la obra de arte con la clásica manipulación de color que se ha visto en las películas de Jeunet. Su guión es bueno aunque no genial. Pero están garantizadas muchas sonrisas sinceras ante la consumación de planes tan ridículos que uno realmente espera que funcionen. Jeunet logra interesar al espectador en cada uno de sus personajes e intriga cómo resultará el elaborado complot tanto para héroes como villanos.
Definitivamente "Micmas: un plan de locos" no es "Amélie" pero es lo suficientemente buena para sostenerse por si misma. Si están dispuestos a adentrarse al circo de rarezas de Jean-Pierre Jeunet y disfrutar de un excelente humor blanco con mensaje, ésta es su película. ¡Véanla inmediatamente!

sábado, 8 de enero de 2011

La familia de mi novia: Los pequeños Focker (Little Fockers) - Reseñas - Películas


Finalmente llega a nosotros la tercera parte, de lo que sinceramente espero sea sólo una trilogía, sobre la vida de la familia Focker. En el 2000 tuvimos "La familia de mi novia" (Meet the parents), la cual resultó una comedia entretenida; cuatro años después salió la secuela "La familia de mi novio" (Meet the Fockers) la cual irritó a algunos. Con "Los pequeños Focker" obtenemos una nueva entrega más gastada y aburrida que nunca. "Los pequeños Focker" muestra todo lo que no se debe hacer en una saga. Muy atrás quedaron los momentos entretenidos y las risas sinceras, ahora sólo quedan sonrisas por compromiso al ver personajes que tanta diversión nos dieron a principios de la década pasada.
Resumir la trama es difícil, más que nada porque no tiene. Sólo son una serie de eventos seudocómicos conectados por la sombra de una historia mal contada. Greg (Ben Stiller) y Pam (Teri Polo) por fin están casados y tienen hijos gemelos, una niña llamada Samantha y un niño llamado Henry. Después de varios años, el tiempo alcanzó a Jack (Robert De Niro) y el ex agente de la CIA está enfermo del corazón. Enfrentado a su propia muerte, decide que es tiempo de pasar el liderazgo de la familia a su yerno Greg. Esta es una de las subtramas, otra es acerca del posible adulterio de Greg con una enfermera (Jessica Alba) convertida en representante de laboratorio; otra subtrama concierne a Kevin (Owen Wilson), el exnovio de Pam y su búsqueda por encontrar el significado de la vida; finalmente tenemos otra subtrama, la cual da el nombre a la película, y que trata sobre los hijos de Pam y Greg tratando de entrar a una escuela privada y su fiesta de cumpleaños.
Parece que el cambio de director para esta saga no funcionó en lo absoluto. Paul Weitz dirige sin pasión un guión de por sí blando y sin sentido. No logró motivar a sus actores, incluso el brillante Robert de Niro aparece deslucido; todos en la audiencia esperaban ver de nuevo al rudo Jack haciendo la vida imposible para su yerno, pues todos se quedaron con las ganas. Cuando la mejor actuación la obtienes de Owen Wilson, siendo un personaje secundario, sabes que el filme está en problemas. La película se llama "Los pequeños Fockers", sin embargo los niños no son parte importante de la trama, incluso uno llega a olvidar que supuestamente la trama debería girar en torno a ellos. El personaje de Ben Stiller luce maduro restándole toda la diversión, el concepto principal de la saga era que Greg era un tipo blandengue manejado por su suegro y sus padres, cuando le quitas eso le restas todo lo entretenido. El personaje de Jessica Alba cambia tanto que es ridículo aunque no sorprendente para una película de este tipo. Al final se olvidan de ella y simplemente desaparece del panorama. Dustin Hoffman se negaba a retomar su rol como el padre de Greg, finalmente lograron convencerlo, parece que el señor Hoffman sabía el poco futuro de este inútil pedazo del celuloide.
Tal vez haya tres o cuatro momentos que hagan reír, la mayor parte proporcionado por gags baratos de humor escatológico, mas la película deja al final un mal sabor de boca, el sabor a la estafa cinematográfica. En un último intento para hacer valer el dinero de los espectadores, se incluye en los créditos del film un video de Greg despotricando contra su suegro en un mix estilo rap o hip hop que sólo da pena. "Los pequeños Fockers" falla en todos los aspectos, es pequeño desde cualquier punto: historia, actuación, comedia; lo recomendable es alejarse todo lo posible de esta película pero si por alguna misteriosa razón se sienten impulsados hacia ella, ¡Esperen a verla en T.V.!

lunes, 3 de enero de 2011

Tron: El legado (Tron: Legacy) - Reseñas - Películas


Algunos de nosotros tuvimos la fortuna de ser niños en los ochentas y crecer con ciertos hitos cinematrográficos. Uno de los más menospreciados, sin lugar a dudas, fue Tron. Su estreno en 1982 y su posterior salida en formato betamax no fue del todo bien recibido. Nadie entendió la historia, que hablaba sobre programas de computadora antropofomizados, idea que se repitió en la serie Matrix y aún a estas alturas tampoco fue bien comprendida. Contaba con una trama de batallas en motocicleta, discos y muchas luces que marearon a más de uno. Parecía que la cinta estaba destinada al olvido en los cajones de Disney hasta que el futuro nos alcanzó. Ahora resulta natural, hasta para los más veteranos, hablar de puertos USB, memorias RAM, GIGAS, Tarjetas madre y toda la parafernalia cibernética. Es en este punto cuando Disney decide regresar para revivir un clásico de clásicos.
Inmdiatamente después de los eventos del primer filme, Kevin Flynn (Jeff Bridges) está creando un mundo virtual llamado La Red basado en su experiencia. Un día desaparece misteriosamente, veinte años después su hijo Sam Flynn (Garret Hedlund), ahora accionista mayoritario de la compañía de su padre, es un joven rebelde y desinteresado. El mejor amigo de Kevin, Alan Bradley (Bruce Boxleitner), recibe un misterioso mensaje de él en su beeper diciéndole que vaya a su antigua oficina. Alan se lo comunica a Sam, quien bastante dudoso, decide ir. Entre el polvo y las telarañas de la oficina, Sam encuentra una puerta secreta al sótano donde trabajaba su padre. Moviendo y activando sistemas, de repente se ve absorbido por La Red y se verá forzado a participar en luchas estilo gladiador. Este es sólo el principio, ya en La Red, Sam descubrirá lo sucedido a su padre y lo que descubrió en el mundo cibernético para finalmente tratar de escapar.
Con las nuevas tecnologías era cuestión de tiempo para que Disney decidiera relanzar su franquicia. El director novato Joseph Kosinski hizo un trabajo decente con los aproximadamente 170 millones de dólares que le fueron asignados. De primera intención salta a la vista el mundo oscuro y luminoso de La Red. Da la impresión de ser una fiesta rave que nunca termina, siempre hay música electrónica, varitas de luz y bastante ruido. Al igual que la película pasada, los eventos de gladiador son más una impresión que una realidad ya que sólo vemos dos, y para decepción de muchos son los mismos que la película pasada. Eso sí, con mejores efectos y mayor emoción. Todos los diseños son impresionantes, desde la casa Zen de Kevin, hasta los hangares donde Clu planea tomar control de... nunca entendí bien de qué, creo del mundo.
El aspecto visual es el mayor acierto de Tron: el legado. Sus actuaciones no dejan nada, todas son convencionales. Es de agradecer que Bridges y Hedlund no exageraran su relación padre-hijo y el momento de su encuentro no haya sido tan emotivo. Olivia Wilde interpreta a Quorra, un programa que ayuda a Sam y Kevin. Su mayor logro escénico es mostrar que como actriz, un buen maquillaje te ayuda a reducir años y no parecerse a su personaje de Trece en Dr. House. Michael Sheen hace el papel de Zuse, un excéntrico programa dueño de un bar, que sirve como el elemento cómico por un momento de la película.
No esperen una historia demasiado compleja, pero es entendido que si deciden ver Tron: el legado, es más por los efectos especiales. En ese aspecto la película no decepciona. Disney hizo todo su esfuerzo para entregar una película madura que complaciera más a grandes que a chicos. llena de acción y emoción. Hay cosas que no concuerdan como el hecho de que Sam jamás buscara a su padre en su oficina sino hasta veinte años después, o la inexplicable llegada de los programas ISOs, que nunca queda claro cuál era su propósito. Seguramente la película tendrá un gran seguimiento por parte de programadores queriendo analizar cada parte del filme y en este aspecto la película puede convertirse en un clásico. Es digno de mencionar la música de Daft Punk, el 3D innecesario. Película para todos aquellos fans de la fantasía futurista, mundos virtuales, computadores, música electrónica y que quieran pasar un buen rato. ¡Véanla inmediatamente!

domingo, 19 de diciembre de 2010

Red social (The Social Network) - Reseñas - Películas


Se acabó aquella época sencilla en la cual la vida era más simple, se daba una paga honrada por un trabajo honrado. Las personas laboraban de 9 a 5 y estaban felices de regresar a sus casas de clase media para pasar un rato con la familia. Este modelo se ha ido destruyendo poco a poco, las nuevas tecnologías nos obligan a ir más rápido, vivir más aprisa. Los nuevos modelos de éxito son jóvenes de menos de treinta años que han amasado fortunas casi obscenas. Al parecer si ya tienens treinta y tantos, y aún no eres dueño de una gran mansión, tienes tu propio negocio (que produzca millones de dólares al año) y has viajado por todo el mundo dando conferencias acerca de cómo te enriqueciste haciendo el mínimo esfuerzo, eres un perdedor.
En "Red Social" se nos presenta la historia de Mark Zuckenberg (Eisenberg), un estudiante de la universidad de Harvard que debido al desprecio de su ex-novia, crea en una noche una página web para calificar a sus compañeras de universidad, lo que en el futuro dará pie a la creación de Facebook. La historia se centra en la creación de la famosa red social y los subsecuentes juicios de plagio y daño a los que fue sometido Zuckenberg por parte de amigos y compañeros.
Jesse Eisenberg, a quien ya habiamos visto en peliculas como Zombieland y Adventureland, fue elegido por el genial director David Fincher para darle vida al creador de Facebook. Su representación de un raro y disfuncional Zuckenberg cautiva desde la primera escena en donde habla con su novia. En el resto del film veremos a Zuckenberg como un sujeto, al parecer con síndrome de Asperger, genial y completamente obsesionado, bonachón pero a la vez centrado en lo que hace. Siendo una biopic, como es la costumbre, varios hechos fueron cambiados. La película muestra en todo momento el caos creativo en el que vivían los programadores, negado por los personajes de la vida real. Pero se le perdona a David Fincher, después de todo sería aburrido ver dos horas a unos nerd frente a la computadora.
El resto del elenco incluye a Andrew Garfield como el mejor amigo de Zuckenberg, tal vez el más centrado de todos los personajes pero el menos genio de acuerdo a los nuevos estándares de la excentricidad computacional. Sorprende la actuación de Justin Timbarlake como Sean Parker, co fundador de Napster y consultor de Facebook. Si bien la interpretación en ocasiones puede llegar a caricaturizar a Parker, funciona en la gran pantalla.
Red Social es definitivamente una de las mejores películas del año, aunque no podría esperarse nada menos de David Fincher. La historia y los personajes atrapan por sus excentricidades y la hermosa promesa de un éxito fácil. La única advertencia es que al salir no se puede evitar ese sentimiento de que aún no lo has logrado en la vida. ¡Tengo 27 años y aún no soy un billonario! Algo estoy haciendo mal. ¡Véanla inmediatamente!

lunes, 15 de marzo de 2010

The Cove - Reseña - Películas

Anualmente muchos documetales ven la luz pero pocos son los que llegan a distribuirse comercialmente. Tal vez la razón más poderosa sea que nos muestran aspectos terribles del devenir humano, verdades incómodas que es mejor ignorar. Porque la mayoría de los documentales no sirven para dejarnos una sonrisa al salir de la sala de cine sino para hacernos pensar acerca de la situación planteada.
The Cove se suma a la larga fila de documetales exponentes de una injusticia. En este caso se trata de la matanza anual de delfines en el Parque Nacional Taiji en Wakayama, Japón. Cada año los pescadores de la zona, autorizados por el ministerio de agricultura, bosques y pesca de Japón, cazan aproximadamente 23,000 delfines. El propósito principal es vender los delfines a los distintos parques acuáticos alrededor del mundo, los que no son vendidos son usados como alimentos para el país. En el parque Taiji, los pescadores llevan a los delfines capturados a una caleta fuera de la vista de los visitantes y de la prensa, donde los delfines son literalmente masacrados.
El documental surge por la necesidad de Rick O'Barry, antiguo entrenador de Flipper, por salvar a estos animales de un trato inhumano del que él mismo fue parte. Después de dejar la serie de Flipper ha tratado de redimirse ayudando a liberar delfines en diversas partes del mundo; y el parque Taiji es un reto personal necesario para su causa.
Por lo general un documental es una obra personal que trata de dar un punto de vista parcial sobre su tema. Al menos así son desde que Michael Moore impuso esa moda. Aquí es donde The Cove falla. La película trata a los japoneses como los malvados comedores de delfines, muestra a los pescadores en toda su maligna gloria, al gobierno japonés como unos necios y al pueblo como ignorante. Defender a los delfines es bueno, pero es el punto de vista parcial lo que arruina el documental. Rick O'Barry junta a un grupo trasnacional para mostrar la matanza, es interesante que este grupo no tiene ni un asiático, como queriendo demostrar que todos los asiáticos apoyan lo que sucede en el parque Taiji. Los norteamericanos quieren quedar como héroes al tratar de salvar unos delfines cuando ellos son los responsables de tantos males en el mundo incluyendo verdaderas matanzas humanas y no sólo animales. También critican la dieta japonesa al ingerir pescado y delfines que contienen altos niveles de mercurio cuando el mayor responsable de la contaminación marina son los E.U.; al igual que la venta de delfines vivos a los acuarios, los E.U. tienen el mayor número en el planeta.
The Cove no es del todo mala, su propósito es loable pero finalmente se siente como una pieza más de la campaña de desprestigio de E.U. contra Asia. ¡Esperen a verla en T.V.!