jueves, 11 de octubre de 2012

Búsqueda implacable 2 (Taken 2) - Reseña - Películas

   El problema de las secuelas es la expectativa que generan. Muy pocas pueden igualarse a la original sin caer en una sosa repetición de la fórmula que funcionó en un principio. Entre las elegidas podria mencionar “El Padrino parte 2” y sólo tal vez “Aliens”. Al enterarme que habría una segunda parte de “Búsqueda implacable” me quedé frío. Esta película es una de las mejores piezas de acción de la década. No podría pedirse más de un director como Luc Besson quien sabe manejar la acción como sólo un europeo puede concebirla. El trailer de “Busqueda implacable 2” no mostraba que la nueva entrega pudiera superar o igualarse a la original, lamentablemente ésta fue la realidad del film.
    Liam Nesson repite su papel como Bryan Mills, ex-agente del gobierno retirado y convertido en guardaespaldas de alto nivel. La trama sucede unos cuantos años después de la película pasada. La familia del agente Mills trata de retomar su vida superando el secuestro de su hija en París. Al parecer el futuro artístico de Kim (Maggie Grace) no logró despegar después de unas clases de canto, ahora se dedica a reprobar su examen de conducir y tener encuentros románticos clandestinos con su novio. Después de un trabajo en Estambul, la familia Milss se reúne en esa exótica ciudad para unas vacaciones e intentar reorganizar su familia. Sin embargo desconocen que el grupo de criminales de Tropojë, Albania, lidereados por el padre de Marko quien en la primera parte murió conectado a una silla eléctrica improvisada, ha organizado al resto de la banda para encontrar a Mills y raptarlo a él junto con toda su familia. Así empieza esta búsqueda implacable, primero para liberarse de sus secuestradores y luego para ayudar a su esposa y su hija.
    Después de ver la primera parte, el principio de “Búsqueda implacable 2” se siente lento y desesperante. Uno espera que comienze la lluvia de plomo de inmediato pero antes tenemos que soportar más de veinte minutos de conciliación familiar. Cuando la acción finalmente empieza, el telón de fondo, en este caso la ciudad de Estambul, no convence del todo. Sus calles son demasido estrechas y atestadas para una persecución automovilística convincente. Seguramente los carros iban a 50kmh, no podrían haber ido a más. Incluso los lugares donde se desarrolla la acción están a distancia de pie como comprueba Kim quien en pocos minutos llega al lugar donde tienen como rehenes a sus padres. Es un poco absurdo que la joven tenga miedo de conducir pero no le importe ir aventando granadas por los tejados de la ciudad.
La motivación de Murad Hoxha, padre de Marko de Tropojë, es un tanto absurda. Se encuentra enojado porque el agente Milss mató a su hijo sin importarle que su hijo secuestraba jovencitas para prostituirlas. Se parece a aquella secuencia en Austin Powers donde después de matar a un secuaz pasan a su familia en un suburbio de clase media lamentándose de su muerte.
    “Búsqueda implacable 2” no es mala, simplemente tuvo la poca fortuna de ser secuela de una de las películas de acción más emocionantes de los últimos tiempos. No logra elevar el suspense a los talones de su predecesora. Ni siquiera se siente como una secuela, es más bien como un epílogo de la historia pasada. Pero tiene su buena dosis de golpes, balas, explosiones y tácticas de combate de la CIA. Se nota que al escribir el guión, Luc Besson sólo tenía en mente explotar una historia que le había redituado en demasía. Como director y escritor aclamado que es, debería de abstenerse del dinero fácil dedicándose a concebir las historias originales que tanto nos han gustado. “Búsqueda implacable 2” funciona como un film para pasar el rato pero si vieron la primera parte y les gustó, mejor esperen a ver esta entrega en video

martes, 2 de octubre de 2012

Woody Allen: Arte y Entretenimiento

    En una de las regulares tertulias sabatinas con mis amigos, donde principalmente se discute sobre la vida, política y en gran medida cine y tv, uno de los presentes lanzó la siguiente pregunta: ¿Por qué son tan famosas las películas de Woody Allen? No entendía por qué tanto alboroto por un director añoso que se ha dado a conocer a las nuevas generaciones por sus filmes Vicky Cristina Barcelona y Medianoche en París, siendo éstas catalogadas como “solo buenas”. De inmediato recordamos aquella ocasión hace unos años cuando invité al grupo a ver Annie Hall, película emblemática de Allen, con resultados inesperados. La mayor parte de la audiencia se durmió y la otra aguantó en silencio hasta el final sólo por consideración a mi persona.

    La pregunta continúa, ¿por qué se considera a Woody Allen como un gran director? Sin lugar a duda lo es por su originalidad y desenfado al concebir sus filmes. Logró unir lo que pocos pueden, el arte y el entretenimiento. Las películas como un medio de expresión de los sentimientos humanos. Después de conocerlo y apreciar un poco de su producción, es casi imposible no ver su sello en toda su obra. Así como Chaplin se dio a conocer por su personaje del vagabundo, Woody Allen es conocido por su personaje fóbico nervioso, encarnación de las neurosis del hombre metropolitano del siglo XX.
   No teme desnudar su alma en el celuloide, enseñar al mundo los complejos que la sociedad ha creado en su persona. Sus deseos y perversiones quedan plasmados con claridad. Recordemos el caso de su película Manhattan en el que su personaje sale e incluso tiene relaciones con una jovencita menor de edad, caso que varios años después replicó en la vida real al casarse con Soon-Yi, la hija adoptiva de su esposa Mia Farrow. En Los enredos de Harry, el personaje joven calenturiento interpretado por Tobey Maguire decide contratar a una dominatrix asiática, otra referencia a la vida personal de Allen. Sus guiones no están concebidos para satisfacer a un público masivo ansioso de comedia clásica sino como un deshago personal, característica de todo artista.

    Sin embargo lo importante es la dupla arte-entretenimiento. Sin lo segundo sus películas probablemente serían conocidas pero sólo por un selecto grupo como es el caso de diversos directores “de arte”, Ingmar Bergman, Federico Fellini, Akira Kurosawa, por mencionar algunos. Woody Allen estaba determinado a hacer buenas películas, trascendentes, pero que fueran vistas. Por eso sus tramas y la edición es digerible, sin pretensiones. Su tema favorito son las relaciones humanas, el amor cambiante y traicionero. No puede haber tema más comercial que éste. Pero visto desde su perspectiva es único, apasionado, triste y nostálgico a la vez. Sus guiones llevan la historia de manera inteligente y veraz. En toda la verborrea de su personaje, hay referencias culturales sin fin. Se habla de literatura, teatro, música pero de manera rápida y sutil, más vale saber de qué está hablando de lo contrario se pierde gran parte del encanto de su guión.

   El señor Allen también muestra todo su genio en el uso de la cámara. En el aspecto estético Manhattan es su obra que sobresale. Gran parte de su trabajo se situa en esta isla retratando a la clase intelectual pero es en Manhattan donde une actuación y fotografía. Filmada en blanco y negro, la primera secuencia que muestra escenas de la ciudad con la música de Geoge Gershwin es un clásico así como la silueta de él y Diane Keaton sentados en una banca frente al puente de Brooklin. El amor de Allen por Nueva York es patente y lo usó hasta el final. Ahora Europa es su punto de acción y trata de ensalzar ciudades como Londres, Barcelona y París.

    La carrera como director de Woody Allen empieza en la comedia de pastelazo, allá por los años 60s. En ese entonces todo era entretenimiento, su toque aún estaba en etapa larvaria. Películas como El dormilón o Bananas muestran su anhelo de originalidad sin estar totalmente logrado. Fue hasta 1977 con Annie Hall que aprendió a sacar la paja de sus películas y quedarse con la esencia. Originalmente el guión trataba de una pareja que tenía problemas en su relación y que intentaba resolver un crimen. Finalmente deshechó la parte del crimen y la trama se centró en el origen y final de una relación amorosa. La película le valió el premio de la Academia y lo confirmó como un director destacado. Finales de los 70s y los 80s fue su época dorada con películas como Manhattan, Hanna y sus hermanas, Crímenes y pecados, Zelig o La Rosa púrpura del Cairo. Después vino el desenamoramiento del público con su trabajo, justo como sucede en sus películas. Es hasta la presente década que comienza a nombrarse al nuevo director con premios y nominaciones al Oscar.

    Dentro de la gama de opciones para ver en el cine, Woody Allen destaca por no dejarse llevar por lo comercial y el vacío de las producciones hollywoodenses. Lo que es en sí un verdadero logro. En sus películas no encontraremos efectos especiales, extraterrestres belicosos o zombies hambrientos sino una disección perfecta y real de las relaciones entre seres humanos. Si bien sus nuevas producciones han perdido un poco ante las ridículas demandas del nuevo público cinéfilo, Woody Allen se mantendrá en el Olimpo de los directores que desearon ver a su medio convertiro en el verdadero séptimo arte.

martes, 15 de febrero de 2011

El cisne negro (Black Swan) - Reseña - Películas


"El cisne negro" es a primera vista una película sobre ballet. Más de uno habrá declinado entrar a la sala a verla por este hecho. El ballet no es para todos, como nos dice un personaje de la cinta, pero esta película sí lo es, especialmente para aquellos que gustan del buen cine. Y la mayoría sale satisfecho porque "El cisne negro" es más que una historia de danza, es un relato sobre la parte oscura latente en cada uno de nosotros, sobre el doble que mantenemos encerrado en lo más profundo de nuestro ser. ¿Acaso no tenemos esa parte que quisieramos sacer de vez en cuando? Aquí tenemos una oportunidad para ver cuales sería sus posibles consecuencias.
Darren Aronofsky no es ajeno a películas intensamente psicológicas, el director ya nos ha entregado "Requiem por un sueño" y "El luchador" entre otras, películas que retratan al ser humano en sus puntos más bajos. Ahora decide explorar la dualidad y el despertar al mundo real, aquel que no admite tintes rosas y cuartos llenos de peluches con forma de osos y unicornios.
El mundo del ballet es duro, sólo admite jóvenes hermosas y flexibles. El tiempo de Beth MacIntyre (Winona Ryder) ha llegado a su fin. Es hora de encontrar una nueva bailarina que pueda sustituirla en la nueva producción del Lago de los cisnes del ballet de Nueva York. El director Thomas Leroy (Vincent Cassel) se ha fijado en Nina Sayers (Natalie Portman), una joven y talentosa bailarina, el problema es que Nina es demasiado inocente y perfecta. Thomas le hace ver que ella sería perfecta para el papel protagónico del cisne blanco pero no podría realizar el papel del cisne negro, requisito indispensable en la obra. Sin embargo Nina obtiene el puesto y será tarea del director sacar el cisne negro en ella. Todo parecería cuestión de práctica pero pronto conocemos la vida personal de Nina, marcada por su madre dominante(Barbara Hershey) quien toda su vida la ha encerrado en una burbuja librándola de los problemas de la vida. Nina tiene que romper esa barrera, debe tener experiencias en el mundo real para desempeñar el papel del cisne negro, debe juntarse con amistades de mala reputación como su compañera Lily (Mila Kunis) y sacar su lado oscuro con inquietantes consecuencias.
La principal intención de Darren Aronofsky fue crear un thriller situado en una compañía de danza. El espectador siente de inmediato una empatía con Nina, la cual se va diluyendo a lo largo del filme. Casi desde el principio nos damos cuenta que algo anda mal y que el "cisne negro" debería haber permanecido oculto. Poco a poco se comienza a destruir la zona de seguridad de Nina, comienza a vivir aunque ello conlleve destruir su visión de la realidad y su cordura. Nosotros somos algo cómplices, queremos verla descender en lo irreal para ver finalmente su temible transformación.
La película tiene pocos personajes, aunque eso no importa cuando se tiene un excelente elenco. Sin lugar a dudas, Natalie Portman se lleva los elogios (y varios premios internacionales, tal vez un Oscar). Aronofsky logra sacarle una actuación de primer nivel mostrando que no sólo es una actriz bella que sabe sonreir dulcemente con su risa de niña. Natalie Portman se consolida como la mejor actriz de su generación. Sólo basta apreciar la escena del baño donde le avisa a su madre de su selección como el cisne. El resto de los actores son también excelentes. Tal vez la interpretación más débil es por parte de Mila Kunis, aunque lo más bajo de este filme es lo mejor de la mayoría.
La cinematografía corrió a cargo de Matthew Libatique y juega un papel importante en varias escenas. Es destacable las partes de baile en la que su cámara es un integrante más de la compañía llevándonos entre los bailarines con movimientos violentos que nada tienen que ver con lo "rosa" asociado al ballet. La escena en el club es también importante y recrea a la perfección el bailar en un estado alto de intoxicación alucinógena.
"El cisne negro" nos demuestra que el cine independiente sigue siendo lo mejor que ofrece E.U. Directores comprometidos como Aronofsky renuevan el interés en el cine norteamericano al negarse a comprometer su visión. Se necesitan directores como él para enseñarnos que no todo es color de rosa y feliz, la vida real tiene su espacio, muy respetado, en el cine y que las películas aún pueden ser una obra de arte. ¡Véanla inmediatamente!

viernes, 28 de enero de 2011

La vida en un día (Life in a Day) - Reseña - Películas


No cabe duda que los tiempos están cambiando. La tecnología se redefine al igual que nuestra forma de pensar. Gracias a los adelantos en los medios de comunicación, por primera vez en la historia, podemos decir que el mundo se ha unido en uno solo y las distancias han desaparecido. Por lo tanto es natural que nos preguntemos cómo es la vida en los confines más remotos de nuestro querido planeta, en pueblos y ciudades que hasta ahora sabemos de su existencia. Esta misma inquietud surgió en el aclamado director Ridley Scott, quien en compañía del famoso sitio web Youtube y del director Kevin MacDonald decidieron crear un mega projecto que reflejara la experiencia humana, el fino arte de vivir.
"La vida en un día" es un documental que nace de un proyecto abierto para los usuarios de Youtube. Se les dio la oportunidad de que mandaran videos grabando sus vidas el día 24 de julio del 2010. La respuesta a la convocatoria fue increíble, se recibieron aproximadamente 80,000 videos de 140 países. Ridley Scott y su equipo se encargaron de editarlos hasta crear una película de 94 minutos de duración que mostrara la vida de las personas comunes y corrientes alrededor del mundo. El resultado es un inédito acontecimiento fílmico de proporciones épicas.
El documental comienza en la mañana, retratando como el despertarse al nuevo día y bostezar son actividades que compartirmos por el hecho de ser humanos sin importar la raza. De ahí somos testigos de distintas vidas, a veces aparentemente diferentes pero en las que los mismos elementos aparecen en todas las culturas: amor, tristeza, familia, felicidad, inocencia, injusticia, etc. "La vida en un día" contiene segmentos inolvidables y conmovedores como un hombre que acaba de tener una cirugía del corazón, una madre que explica a su hijo que no debe tener miedo de sus operaciones, un niño en lo que aparentemente es su primera clase de surf, un joven que ha viajado por todo el mundo, unas mujeres al parecer africanas entonando una canción en uno de los segmentos más conmovedores de la película, una anciana pareja renovando sus votos de matrimonio, un padre de familia en pobreza extrema poniendo su confianza en Dios, y muchos más. No sólo las historias que se presentan hacen de éste un gran filme, también hay tomas hermosas que ninguna película de estudio ha logrado como un atardecer en las montañas o burbujas rebotando sobre el agua. Al final terminamos con una sensación agridulce pero así es el mundo, no hay finales felices, sólo un final. Somos conmovidos hasta la punta de los dedos a menos que no seas un ser humano y por eso no le hayas entendido.
El esfuerzo de Ridley Scott es tan grandioso como el resultado. Es la primera vez que se trata de hacer algo así. Retratar a la humanidad en todas sus fases no es fácil pero Scott cumple con lo prometido. Y el documental adquiere una dimensión indescriptible si tenemos en cuenta que todo lo acontecido sucede en un mismo día. Puede que hayan faltado algunos temas esenciales como la guerra o la muerte (o la presencia de México) pero aún así la película crea un todo poético imprescindible para cualquier persona del género humano. Creo es la primera vez que la tecnología se usa de manera inteligente y humana, para destruir la brecha que creemos existe entre nosotros. La película fue estrenada en el festival Sundance y vía Youtube para cualquiera que quisiera verla. Es recomendable que entren a la página para checar las repeticiones.
El mundo avanza, la humanidad también y buscamos respuestas. ¿Quiénes somos? ¿Para qué estamos aqui? Ridley Scott y los usuarios de Youtube responde a la pregunta ¿cómo es la vida? La vida es hermosa y terrible, feliz y triste, justa e injusta... es grandiosa. ¡Véanla inmediatamente!

lunes, 24 de enero de 2011

Micmas: Un plan de locos (Micmas a tire-larigot) - Reseñas - Películas


¿Qué hacer cuando la vida te ha tratado mal? ¿Cuando tu padre ha muerto a consecuencia de una bomba terrestre en algún campo olvidado de medio oriente? ¿Cuando te han abandonado en un internado religioso? ¿Cuando finalmente recibes una bala perdida en la cabeza? La primera impresión sería venganza pero ésta puede ir más allá persiguiendo fines más nobles. En "Micmacs: Un plan de locos", el director francés Jean-Pierre Jeunet nos muestra un ajuste de cuentas que no tiene nada que ver con violentas películas de balas y explosiones (a pesar que las hay).
Bazil (Dany Boon) ha sufrido todas las desventuras que la vida puede ofrecer. Después de recibir una bala perdida en la cabeza y haber sobrevivido gracias a una operación de emergencia decidida con un "volado", se encuentra viviendo en las calles. Es un personaje triste, perdido y solitario. Un día se encuentra con Reo, otro aparente vagabundo El lo invita a conocer a sus amigos en el basurero de París y aquí es cuando la película cambia y se pone realmente interesante. La banda realmente no son vagabundos sino personas extravagantes y raras que por alguna decisión han decidido abandonar la sociedad. Reo y Mamá Guisandera fungen como los padres de la familia, otros miembros son Remington, con la característica de escribir todo lo que sucede; Henri, la bala de cañón humana; la chica elástica, capaz de contorsionarse de las más bizarras maneras; el anciano constructor de juguetes; y Calculadora, una chica capaz de medir cualquier cosa y sacar las cuentas más increíbles. Bazil encuentra a la familia que nunca tuvo sin embargo encuentra otra cosa más: las dos empresas manufacuradoras de armas que acabaron con su anterior vida. Bazil, con ayuda de la pandilla del basurero, deciden acabar con estas empresas usando cientos de tretas y situaciones graciosas.
El fin primordial de la película es mostrar, a través del humor muy bien logrado, el terrible negocio del tráfico de armas. De Fenouillet y Marconi son los mezquinos dueños de las armerías a los que sólo les importa el dinero sin pensar en el mal que hacen al mundo. Jeunet acierta en no volver a sus protagonistas tan malvados como los villanos; Bazil y compañía buscan una venganza, no física sino moral, una reparación de daño al mundo entero.
Durante la hora y cuarenta minutos del filme, nos encontramos inmersos en el extraño mundo de Jeunet. Cualquiera que haya seguido su carrera (Delicatessen, La ciudad de los niños perdidos, Amelie) sabe qué esperar. Jeunet es capaz de encontrar lo más raro del día a día, como el simple hecho de comer camarones, y crear un humor sutil que nada tiene que ver con películas de Adam Sandler o Ben Stiller. La cinematografía, a cargo de Tetsuo Nagata, es hermosa. Cada cuadro es una fotografía que raya en la obra de arte con la clásica manipulación de color que se ha visto en las películas de Jeunet. Su guión es bueno aunque no genial. Pero están garantizadas muchas sonrisas sinceras ante la consumación de planes tan ridículos que uno realmente espera que funcionen. Jeunet logra interesar al espectador en cada uno de sus personajes e intriga cómo resultará el elaborado complot tanto para héroes como villanos.
Definitivamente "Micmas: un plan de locos" no es "Amélie" pero es lo suficientemente buena para sostenerse por si misma. Si están dispuestos a adentrarse al circo de rarezas de Jean-Pierre Jeunet y disfrutar de un excelente humor blanco con mensaje, ésta es su película. ¡Véanla inmediatamente!

sábado, 8 de enero de 2011

La familia de mi novia: Los pequeños Focker (Little Fockers) - Reseñas - Películas


Finalmente llega a nosotros la tercera parte, de lo que sinceramente espero sea sólo una trilogía, sobre la vida de la familia Focker. En el 2000 tuvimos "La familia de mi novia" (Meet the parents), la cual resultó una comedia entretenida; cuatro años después salió la secuela "La familia de mi novio" (Meet the Fockers) la cual irritó a algunos. Con "Los pequeños Focker" obtenemos una nueva entrega más gastada y aburrida que nunca. "Los pequeños Focker" muestra todo lo que no se debe hacer en una saga. Muy atrás quedaron los momentos entretenidos y las risas sinceras, ahora sólo quedan sonrisas por compromiso al ver personajes que tanta diversión nos dieron a principios de la década pasada.
Resumir la trama es difícil, más que nada porque no tiene. Sólo son una serie de eventos seudocómicos conectados por la sombra de una historia mal contada. Greg (Ben Stiller) y Pam (Teri Polo) por fin están casados y tienen hijos gemelos, una niña llamada Samantha y un niño llamado Henry. Después de varios años, el tiempo alcanzó a Jack (Robert De Niro) y el ex agente de la CIA está enfermo del corazón. Enfrentado a su propia muerte, decide que es tiempo de pasar el liderazgo de la familia a su yerno Greg. Esta es una de las subtramas, otra es acerca del posible adulterio de Greg con una enfermera (Jessica Alba) convertida en representante de laboratorio; otra subtrama concierne a Kevin (Owen Wilson), el exnovio de Pam y su búsqueda por encontrar el significado de la vida; finalmente tenemos otra subtrama, la cual da el nombre a la película, y que trata sobre los hijos de Pam y Greg tratando de entrar a una escuela privada y su fiesta de cumpleaños.
Parece que el cambio de director para esta saga no funcionó en lo absoluto. Paul Weitz dirige sin pasión un guión de por sí blando y sin sentido. No logró motivar a sus actores, incluso el brillante Robert de Niro aparece deslucido; todos en la audiencia esperaban ver de nuevo al rudo Jack haciendo la vida imposible para su yerno, pues todos se quedaron con las ganas. Cuando la mejor actuación la obtienes de Owen Wilson, siendo un personaje secundario, sabes que el filme está en problemas. La película se llama "Los pequeños Fockers", sin embargo los niños no son parte importante de la trama, incluso uno llega a olvidar que supuestamente la trama debería girar en torno a ellos. El personaje de Ben Stiller luce maduro restándole toda la diversión, el concepto principal de la saga era que Greg era un tipo blandengue manejado por su suegro y sus padres, cuando le quitas eso le restas todo lo entretenido. El personaje de Jessica Alba cambia tanto que es ridículo aunque no sorprendente para una película de este tipo. Al final se olvidan de ella y simplemente desaparece del panorama. Dustin Hoffman se negaba a retomar su rol como el padre de Greg, finalmente lograron convencerlo, parece que el señor Hoffman sabía el poco futuro de este inútil pedazo del celuloide.
Tal vez haya tres o cuatro momentos que hagan reír, la mayor parte proporcionado por gags baratos de humor escatológico, mas la película deja al final un mal sabor de boca, el sabor a la estafa cinematográfica. En un último intento para hacer valer el dinero de los espectadores, se incluye en los créditos del film un video de Greg despotricando contra su suegro en un mix estilo rap o hip hop que sólo da pena. "Los pequeños Fockers" falla en todos los aspectos, es pequeño desde cualquier punto: historia, actuación, comedia; lo recomendable es alejarse todo lo posible de esta película pero si por alguna misteriosa razón se sienten impulsados hacia ella, ¡Esperen a verla en T.V.!

lunes, 3 de enero de 2011

Tron: El legado (Tron: Legacy) - Reseñas - Películas


Algunos de nosotros tuvimos la fortuna de ser niños en los ochentas y crecer con ciertos hitos cinematrográficos. Uno de los más menospreciados, sin lugar a dudas, fue Tron. Su estreno en 1982 y su posterior salida en formato betamax no fue del todo bien recibido. Nadie entendió la historia, que hablaba sobre programas de computadora antropofomizados, idea que se repitió en la serie Matrix y aún a estas alturas tampoco fue bien comprendida. Contaba con una trama de batallas en motocicleta, discos y muchas luces que marearon a más de uno. Parecía que la cinta estaba destinada al olvido en los cajones de Disney hasta que el futuro nos alcanzó. Ahora resulta natural, hasta para los más veteranos, hablar de puertos USB, memorias RAM, GIGAS, Tarjetas madre y toda la parafernalia cibernética. Es en este punto cuando Disney decide regresar para revivir un clásico de clásicos.
Inmdiatamente después de los eventos del primer filme, Kevin Flynn (Jeff Bridges) está creando un mundo virtual llamado La Red basado en su experiencia. Un día desaparece misteriosamente, veinte años después su hijo Sam Flynn (Garret Hedlund), ahora accionista mayoritario de la compañía de su padre, es un joven rebelde y desinteresado. El mejor amigo de Kevin, Alan Bradley (Bruce Boxleitner), recibe un misterioso mensaje de él en su beeper diciéndole que vaya a su antigua oficina. Alan se lo comunica a Sam, quien bastante dudoso, decide ir. Entre el polvo y las telarañas de la oficina, Sam encuentra una puerta secreta al sótano donde trabajaba su padre. Moviendo y activando sistemas, de repente se ve absorbido por La Red y se verá forzado a participar en luchas estilo gladiador. Este es sólo el principio, ya en La Red, Sam descubrirá lo sucedido a su padre y lo que descubrió en el mundo cibernético para finalmente tratar de escapar.
Con las nuevas tecnologías era cuestión de tiempo para que Disney decidiera relanzar su franquicia. El director novato Joseph Kosinski hizo un trabajo decente con los aproximadamente 170 millones de dólares que le fueron asignados. De primera intención salta a la vista el mundo oscuro y luminoso de La Red. Da la impresión de ser una fiesta rave que nunca termina, siempre hay música electrónica, varitas de luz y bastante ruido. Al igual que la película pasada, los eventos de gladiador son más una impresión que una realidad ya que sólo vemos dos, y para decepción de muchos son los mismos que la película pasada. Eso sí, con mejores efectos y mayor emoción. Todos los diseños son impresionantes, desde la casa Zen de Kevin, hasta los hangares donde Clu planea tomar control de... nunca entendí bien de qué, creo del mundo.
El aspecto visual es el mayor acierto de Tron: el legado. Sus actuaciones no dejan nada, todas son convencionales. Es de agradecer que Bridges y Hedlund no exageraran su relación padre-hijo y el momento de su encuentro no haya sido tan emotivo. Olivia Wilde interpreta a Quorra, un programa que ayuda a Sam y Kevin. Su mayor logro escénico es mostrar que como actriz, un buen maquillaje te ayuda a reducir años y no parecerse a su personaje de Trece en Dr. House. Michael Sheen hace el papel de Zuse, un excéntrico programa dueño de un bar, que sirve como el elemento cómico por un momento de la película.
No esperen una historia demasiado compleja, pero es entendido que si deciden ver Tron: el legado, es más por los efectos especiales. En ese aspecto la película no decepciona. Disney hizo todo su esfuerzo para entregar una película madura que complaciera más a grandes que a chicos. llena de acción y emoción. Hay cosas que no concuerdan como el hecho de que Sam jamás buscara a su padre en su oficina sino hasta veinte años después, o la inexplicable llegada de los programas ISOs, que nunca queda claro cuál era su propósito. Seguramente la película tendrá un gran seguimiento por parte de programadores queriendo analizar cada parte del filme y en este aspecto la película puede convertirse en un clásico. Es digno de mencionar la música de Daft Punk, el 3D innecesario. Película para todos aquellos fans de la fantasía futurista, mundos virtuales, computadores, música electrónica y que quieran pasar un buen rato. ¡Véanla inmediatamente!